Epigenética (1). El sabio musulmán que se adelantó mil años a Darwin.

Biología & Genética

 

La contribución del mundo musulmán a la idea de la evolución no era un secreto para los intelectuales europeos del siglo XIX. De hecho, un contemporáneo de Darwin, el científico William Draper, hablaba de la «teoría de la evolución mahometana» en 1878. Sin embargo, no hay evidencias de que Darwin conociera el trabajo de Al-Jahiz o de que entendiera árabe. La intuición evolucionista de Abu Uthman Amr ibn Bahr al-Jahiz es relevante, por tratarse del primer y muy antiguo atisbo de los mecanismos de la evolución. Además, al ser al-Jahiz uno de los más destacados escritores de la cultura árabe clásica, llama la atención que el evolucionismo que él entrevió sea hoy negado por el propio Islam, teniendo principalmente en los monos y a la superchería que les rodea en el Corán su más claro desprecio por cualquier tipo de acercamiento hacia nuestros orígenes que no sea teocéntrico.

El esplendor de las ciencias durante la Edad de Oro del imperio musulmán (siglos VIII-XI) se alcanzó en primer lugar gracias a la semilla del amor a la sabiduría de estos primeros tiempos. Entonces no es de extrañar que el trabajo más famoso de este gran intelectual, El libro de animales, fuera concebido en el 845 d.C. como una enciclopedia con 350 especies, que incluye invertebrados, peces, reptiles, aves y mamíferos, donde postula ideas que se parecen mucho a la teoría de la evolución de Darwin en un tono que va desde lo poético a lo satírico, aderezado de vistosas ilustraciones y de una más que evidente tradición aristotélica musulmana para entender el mundo. Los temas se extienden desde la morfología funcional, la dieta alimenticia, la regeneración, la hibridación, las enfermedades, el parasitismo, la longevidad, el mimetismo, los órganos sensoriales y los sentidos, hasta otros como la domesticación, el adiestramiento y la compasión hacia los animales.

Esta obra muestra tres ideas principales:

1. Descripción y clasificación

Tras describir a una variedad de animales y clasificarlos en una serie lineal, de los más simples a los más complejos, Jahiz proporciona una ordenación según similaridades, dividiendo a su vez a estos grupos en subgrupos, hasta llegar a la categoría de especie.

2. Transformación de las especies por efecto de los factores ambientales

Factores como el clima o la disponibilidad de alimento o refugio son para al-Jahiz causa de cambios biológicos y psicológicos en las especies. Por efecto de los factores ambientales ocurriría la transformación de unas especies en otras, incluida la especie humana y el “mono” (almaskh, probablemente una de las especies de antropoides) igualmente dotado que el hombre en algunos aspectos según él, moldeados ambos por el ambiente.

3. Lucha por la supervivencia

Según al-Jahiz, el deseo de todos los animales por sobrevivir se acompaña de diferencias en las tasas de mortalidad, resultantes de los factores ambientales, tal como la disponibilidad o no de alimento para unos u otros, o como resultado de los ataques de las especies animales mejor dotadas hacia otras, en una verdadera red trófica, o bien por la presencia de adaptaciones en algunas de ellas que les permite eludir de alguna forma esos ataques (mediante la construcción de refugios, por ejemplo). Se mantendrían así en suficiente abundancia las especies mejor dotadas. Además, para al-Jahiz la lucha por la supervivencia (que para él es una ley divina) se extiende también a los miembros de la misma especie.

Estaba claro para Al-Jahiz que el mundo animal estaba en una lucha constante para sobrevivir, y que una especie siempre era más fuerte que otra. Para sobrevivir, los animales tenían que poseer características competitivas para encontrar comida, evitar ser la comida de otros y reproducirse. Esto les obligaba a cambiar, evolucionar, de generación en generación y, a su vez, según él los factores ambientales influyen en los organismos haciendo que desarrollen nuevas características para asegurar la supervivencia, transformándolos así en nuevas especies. ¿Significa entonces que no sólo planteó una suerte de selección natural de las especies, sino ideas muy similares que se acercan a las hipótesis de la Reina Roja y del Bufón de la Corte?

 

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