Ansiedad (1). Pánico a una muerte ridícula.

📖🔱Las causas lejanas de la ansiedad

Psiquiatría & Psicología Evolucionista

Una de las principales contribuciones de la perspectiva evolucionista es mostrar que la ansiedad desempeña un papel importante no solo para proteger a las personas de los peligros que no derivan del entorno social, sino también para mantener la estabilidad social en los grupos. Prácticamente todos los vertebrados que viven en grupo tienen jerarquías sociales que funcionan para mantener relaciones pacíficas dentro de los grupos y también para proporcionar una estructura que ocurra la selección social. Hay una enorme cantidad de inhibición en estos grupos de animales y esto se mantiene, según los modelos del subproducto derivado, por la ansiedad y la depresión. Especialmente entre los machos, la vida es una inhibición continua en la que se suprimen los deseos de apareamiento y comida. Pocos individuos logran la posición alfa en sus grupos, y solo estos son libres de expresar sus personalidades y deseos sin inhibición. La aceptación de una posición jerárquica relativamente baja por parte de otros miembros del grupo permite que el grupo trabaje de forma cooperativa, como ocurre en los lobos.

El enfoque evolucionista de cualquier comportamiento, incluida la ansiedad y otras formas de psicopatología, hace alusión a dos causas lejanas por separado. Una es la cuestión de la función adaptativa. ¿Cuál es la función de este comportamiento, si existe? ¿Por qué ha evolucionado? ¿Qué ventaja adaptativa le da al individuo, a los parientes cercanos del individuo, o a su grupo? Este enfoque se basa en la ecología del comportamiento, que es el estudio de la función del comportamiento y la evolución de estrategias de comportamiento alternativas. La otra cuestión es su origen filogenético. ¿Cómo evolucionó en nuestros ancestros y, si ocurre, qué pasa en otras especies? Claramente, el registro fósil no nos proporciona datos sobre la ansiedad, y no se ha estudiado adecuadamente si se produce en nuestros ancestros cazadores-recolectores. Por lo tanto, es interesante la aparición de ansiedad en otras especies teniendo en cuenta que el comportamiento puede ser muy diferente en especies estrechamente relacionadas, como la ausencia o presencia de comportamiento paterno en algunos roedores.

Estas dos preguntas, la función adaptativa del comportamiento y su origen filogenético, son dos de las cuatro preguntas que Tinbergen formuló sobre cualquier conducta para comprenderla correctamente; las otras dos, lo inmediato y la ontogenia, son las causas próximas del comportamiento. Pero vayamos con la primera cuestión.

Evitar ansiosamente las serpientes y las arañas ha salvado vidas, y el hecho de que no haya ansiedad incorporada sobre elementos modernos, aunque no tengamos ninguna duda sobre que estos puede elicitarnos ansiedad con el aprendizaje, indica que la evolución no haya tenido tiempo de aumentar la ansiedad sobre estos peligros. Esto se debe a un ‘desajuste’ entre el presente y la Era de Adaptación Evolutiva, que es el tiempo en el que evolucionaron las adaptaciones. Un ejemplo lo encontramos en las ‘malas noticias’ y el futuro que no controlamos, dentro de la génesis de la psicopatología. 

Las malas noticias, sobre muertes y otros desastres, no están disponibles para aquellos primates que no andan equipados para chismorrear y trivializar sobre el tiempo que hará mañana, pero ha estado disponible para nuestros antepasados ​​durante los últimos millones de años desde que el lenguaje empezó a parecerse a lo que conocemos hoy en día. Dado que estos vivían en grupos de aproximadamente ciento cincuenta individuos, la cantidad de malas noticias que podían generar era limitada, incluso si era de grupos vecinos. Ya que las noticias sobre muerte inminente u otro desastre pueden presagiar la existencia cercana de un depredador o de asaltos de otras tribus vecinas, o  incluso de una enfermedad, debe haber sido adaptada para aumentar la ansiedad y promover actividades para evitar que ocurran. Es decir, anticiparse. Observar a otras especies nos puede dar pistas sobre ello, con lo que pretendemos acercarnos a su origen filogenético.

La ansiedad está asociada con evitar el peligro, y es obvio que muchas especies encuentran más peligro que nosotros. Los seres humanos hemos sido, hasta hace relativamente poco, un buen bocado para muchos depredadores que nos hemos ido cruzando en nuestro camino pero muchas otras especies están sujetas a una depredación constante. ¿Podemos aprender de sus reacciones? Una medida defensiva obvia es tener un refugio seguro, especialmente durante la noche. Algunas especies evitan el peligro al estar encerradas, otras al estar expuestas. Un ejemplo extremo de estar encerrado, y enterrado, es la rata topo desnuda, que no aparece sobre la superficie. Además son eusociales, esto es, que sólo una casta es capaz de reproducirse, relegando a las demás a otras labores como la viligancia de los túneles. Otras especies que viven en grupo delegan el rol de individuo ansioso en uno de sus miembros, de modo que el resto pueda alimentarse con tranquilidad. Todos hemos visto películas de suricatas en las que el grupo forrajea alegremente mientras un miembro se para en un montículo y busca ansiosamente, a dos patas, aves de presa y depredadores terrestres. Si un suricata no confía en el centinela, la libertad ante la ansiedad puede perderse. No es nada absurdo pensar que esta delegación de responsabilidad puede ser importante para otras especies y puede explicar su prevalencia en una población humana.

El desarrollo del sistema límbico en los mamíferos permitió que evolucionaran nuevas formas sociales de ansiedad. Los cachorros de rata emiten chirridos de alta frecuencia cuando se separan de su madre y estos sonidos liberan el comportamiento de búsqueda (y recuperación de la cría) en la madre. En su propio trabajo, Hofer  especula que la capacidad de rechinar evolucionó para mantener a las ratas calientes, y solo de manera secundaria se convirtió en una señal para la madre. Lo que según Stephen Jay Gould sería una exaptación. Los chirridos son inhibidos por las benzodiacepinas y los opioides, y son exacerbados por los antagonistas de las benzodiazepinas. En trabajos posteriores, las ratas bebés con alto nivel de chillido se convirtieron en adultos nerviosos, mientras que las ratas que emitían poco ruido fueron notables por su agresividad. Presumiblemente, los cachorros de conejo y hurón no responden a la separación de esta manera, de lo contrario atraerían depredadores a su madriguera.

En cuanto a los primates, Hofer describe el trabajo de Suomi sobre los macacos Rhesus cuya población, a su vez, contenía una subpoblación de individuos muy ansiosos, algunos de los cuales sufrieron ‘estados incapacitantes duraderos que resultaron en una mortalidad sustancial’. Pese a los límites éticos que probablemente rebasara, mostró que los rasgos ansiosos podrían aumentarse mediante la reproducción selectiva, junto a su prevención, con una buena maternidad y un entorno seguro. Describe, además, la respuesta a ‘condiciones crónicamente amenazantes’. La ansiedad persistente, con altos niveles de excitación, búsqueda de indicios de peligro y altos niveles de evitación de encuentros potencialmente dañinos, confiere una ventaja adaptativa a los individuos menos ansiosos. Es decir, es una ventaja para el restro del grupo.

Los seres humanos y los macacos son los únicos primates que tienen la versión corta del gen transportador de serotonina. El 48% de las poblaciones caucásicas son heterocigotos, con alelos cortos y largos. El 36% son homocigotos para el alelo largo, el 16% para el alelo corto. Los monos Rhesus que poseen el alelo corto son notablemente más ansiosos que los homocigotos largos. De manera similar, para aquellos profesionales de la salud mental que nos centramos en posturas evolucionistas, entendemos el papel que la pleiotropía antagónica puede desempeñar en psicopatología: genes que transmiten ventajas de aptitud en un dominio, mientras que tienen un valor potencialmente desadaptativo en otro, un concepto que se presentó originalmente con respecto a la senescencia. Hoy en día, los ejemplos de pleiotropía antagónica se pueden identificar incluso en genes individuales como el gen codificador de catecolamina-O-metiltransferasa, de los cuales un alelo en particular está asociado con un rendimiento de memoria de trabajo más pobre pero una empatía superior. En conjunto, estas ideas ofrecen una respuesta a la pregunta de por qué la selección natural diseñó cuerpos que son, bajo circunstancias específicas, vulnerables a ciertos trastornos o hacen que evitemos, por el momento, una muerte ridícula.

 

[Para más info, clickea aquí, aquí, aquí, aquí & aquí]

 

Referencias:

Brunelli, S. A., & Hofer, M. A. (2007). Selective breeding for infant rat separation-induced ultrasonic vocalizations: Developmental precursors of passive and active coping styles. Behavioural Brain Research, 182(2), 193–207.

Brüne, M. (2015). Textbook of Evolutionary Psychiatric and Psychosomatic Medicine: The Origins of Psychopatology. Oxford University Press.

Tinbergen, N. (1963). On aims and methods of ethology.  Zeitschrift für Tierpsychologie 20:410-433.

Troisi, A. (2005). The concept of alternative strategies and its relevance to psychiatry and clinical psychology. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 29(1), 159–168.

Watson, K. K., Ghodasra, J. H., & Platt, M. L. (2009). Serotonin Transporter Genotype Modulates Social Reward and Punishment in Rhesus Macaques. PLoS ONE, 4(1), e4156.

 

Canción recomendada para la lectura:

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Juan de Dios dice:

    Estoy estudiando un Doctorado en antropología física y me interesa trabajar el comportamiento en el encierro.

    Me gusta

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